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  • hace 4 días

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Transcripción
00:00Hola Sastre, muy buenos días a todos. Siempre me ha parecido curioso que se insulte a las mujeres
00:13con el llamado oficio más antiguo del mundo. Es un hecho, por desgracia, culturalmente universal.
00:20La prostitución es un acto mediante el cual un hombre paga para tener acceso a la intimidad
00:26de una mujer y mantener relaciones sexuales con ella. Es decir, se trata de alguien que mercantiliza
00:32algo que suele ser o debería ser gratuito y consensuado. Se entiende que apetecible y gozoso
00:38para ambas partes. La parte que contrata el servicio lo que hace es adquirir algo que en principio no es
00:45un bien, un objeto, sino un ser humano. Visto así, ¿a quién degrada más este acto? ¿A la prostituida,
00:53la consumida, la alquilada, la adquirida? ¿O a quién es capaz de comprar el sometimiento
00:58de otra persona? ¿A quién podemos considerar moralmente reprochable? ¿A la que es degradada
01:05o a quién degrada? Y aún así, el insulto es siempre para ella. No oímos casi nunca emplear
01:11la palabra putero como sinónimo de alguien sin escrúpulos, ruin y capaz de humillar así a alguien
01:16que puede estar en situación de necesidad económica. Lo extraño aquí es que se inverta
01:22la carga de la culpa y se menosprecie a la perjudicada, mientras que para algunos el consumidor
01:29de mujeres se eleva casi a la categoría de héroe ejemplar. Los que admiran la capacidad
01:36de un compañero para conseguirse señoritas son los mismos que las insultan por haber sido
01:41compradas o alquiladas. Así que la prostitución dice mucho más de ellos que de las mujeres
01:48y el insulto también debería cambiar de bando.

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