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00:00Buenos días. El Consejo de Mallorca, que su presidente define como la institución de
00:03los orgasmos silenciosos, camina firme en la protección de las rondallas. Supongo que
00:08todos estamos de acuerdo en la protección de nuestro patrimonio cultural, del mismo
00:12modo que celebramos la protección de nuestro patrimonio natural, salvo que este patrimonio
00:17territorial está en venta y los partidos Vox PP del Consejo y allegados trabajan con
00:21saña en su destrucción acelerada. Con lo cual llegamos a una conclusión extraña.
00:26Vamos a proteger nuestro patrimonio cultural porque nadie lo quiere. Algo es algo, dirán
00:31los optimistas, pero también para ellos tenemos una pregunta. ¿Quién ha leído, aunque sea
00:35una única rondalla de cabo a rabo durante el último año? Y si me apuran, ¿quién la ha
00:41leído voluntariamente con el proceso deliberado de extraer un libro de la estantería para
00:45saborear una de esas narraciones salvajes, inmorales y que serían prohibidas por los inquisidores
00:51de la cultura WOC? En efecto, me temo que ni los defensores artificiales que le han surgido
00:56a la cultura popular mallorquina se distinguen por cultivarla. Véase la ausencia total de
01:01menciones a esos relatos en cualquier conversación real o red social. Por tanto, hay que proponer
01:08algo más revolucionario que el proteger las rondallas y es leerlas. Se comprobará así
01:13que dejan corto al presidente de los orgasmos silenciosos.