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NoticiasTranscripción
00:00Buenos días, Mario Conde ya no es noticia, de ahí que su regreso a Mallorca obligue a recordar
00:05los tiempos en que tenía como mínimo tratamiento de rey. Dan ganas de seguirle llamando banquero,
00:11pero su fulgor derribó cualquier encuadramiento profesional o académico. Tampoco era abogado
00:17del Estado ni honoris causa por la complutense, era sólo Mario Conde y un país entero se miraba
00:23en su espejo. Conde no frecuentaba Mallorca, tenía fijada en la isla algo más que su segunda
00:29residencia. La habitaba en tierra firme y en sus lujosas embarcaciones, tras la caída y la cárcel,
00:35perdió sus posesiones. Todos los que conocimos a Conde seguimos diciendo que es la persona más
00:41inteligente con la que nos hemos cruzado, pero fue devorado por su ambición ilimitada. Miró a la cara
00:47al rey, que entonces se llamaba Juan Carlos, sin deslumbrarse ante su luz cegadora. Sobre todo,
00:53divisó la Moncloa desde Mallorca y recibió un castigo proporcional a su ambición política.
00:59Porque Pepe y PSOE eran implacables cuando ejercían el duopolio. Conde viene hoy definido
01:06por una nueva novia, que no detallaremos por haber perdido la contabilidad.