Decir "con el pueblo todo, sin el pueblo nada", no es solo un lema de campaña, es un principio ético irrenunciable. La presidencia no es ya una posición ni para gozar de privilegios ni para repartirlos.
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00:00Al finalizar la última ceremonia que encabezó Andrés Manuel López Obrador en el colegio
00:07militar y en la que Claudia Sheinbaum Pardo, ya como presidenta electa, habló ante miles
00:14de cadetes, tuve la oportunidad de entrevistarla. Ella, una mujer nacida en el seno de una familia
00:24vinculada desde siempre a la lucha social, una aguerrida dirigente estudiantil, la vocera
00:33de Andrés Manuel en los tiempos saciagos del fraude electoral, una militante de esas que
00:40en territorio y casa por casa construyeron morena, una de las adelitas que defendían el petróleo,
00:49se había plantado por primera vez a punto de ser su comandanta suprema ante las fuerzas
00:56armadas. Le pregunté cómo concebía el tránsito hacia el poder desde esa lucha diaria que había
01:06sido hasta entonces su vida. Y me respondió, no hay cambio, la lucha no cesa, sólo se transforma
01:15al asumir la presidencia. Concebir así el poder, como compromiso y no como privilegio,
01:24como la prolongación de la lucha por principios y convicciones y no como el acomodo final de quien
01:32llega a la meta, es algo que tanto con Andrés Manuel como con Claudia transformó radicalmente
01:41a la institución presidencial. Antes del 2018, y al momento de ceñirse la banda en el pecho,
01:51los presidentes sentían que a partir de ese momento México les pertenecía.
01:58Con la cuarta transformación, y bajo el principio juarista de que el poder sólo tiene sentido y se
02:07convierte en virtud. Cuando se pone al servicio de los demás, hoy Claudia, como también lo hizo antes
02:15Andrés Manuel, se pone en manos del pueblo y ya no se pertenece. En un país como el nuestro,
02:24dañado tan hundamente por la corrupción neoliberal, no hay además tregua ni descanso posible,
02:32cuando debe cumplirse a rajatabla con el principio de que por el bien de todos, primero los pobres.
02:41Decir con el pueblo todo, sin el pueblo nada, no es sólo un lema de campaña, es un principio ético
02:50irrenunciable. La presidencia no es ya una posición ni para gozar de privilegios, ni para repartirlos.
02:59Hoy en este México que se transforma, a quien el pueblo elige para gobernarlo,
03:07ha de estar dispuesto a ser el último en dormir, el último en comer, el primero en morir,
03:15tal y como decía aquella pancarta que encontré en un campamento guerrillero en El Salvador.
03:22Gobernar es servir. Gobernar es luchar sin cesar por la justicia, la paz, la prosperidad compartida.
03:32Así lo entiende la presidenta. Así han de entenderlo todas y todos los que son parte del movimiento que ha
03:42sido capaz de revolucionar en libertad pacífica y democráticamente a México.